sábado, febrero 27, 2016

Una mujer que sueña en voz alta con ventanas



Habito una mujer que sospeché en la niebla

Que sólo es visible cuando el sol incide en cierta forma

Que atraviesa los muros y las cosas más sólidas


Una mujer como de nubes cardadas

Una mujer de manos largas como ramas


Habito una mujer que sueña en voz alta con ventanas


Habito y me habita una mujer evanescente

Un dejo de madera guardada

Un rastro de pisadas lentas

Una huella de luna entre los árboles


Respiro una mujer de aire entrecortado


De palabras que caen como gotas sobre el agua

Densas

Difíciles

Ahogadas

Espaciadas


Segrego una mujer de grandes alas

Oigo silbar el viento entre sus alas

Cada átomo de viento deja una herida minúscula en mi cara

Habito una mujer de madrugadas largas

De lentas caravanas que se cruzan sin hablar

Como si nada
  
De ladridos lejanos

 Habito y me habita una mujer que sospeché en la niebla


Una mujer que se respira húmeda


Una mujer que puedo asir y beber como la luz y el agua

Haciendo un cuenco apretado con las manos

  
Gustavo Wilches-Chaux

Popayán, Marzo 26 de 1998

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