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domingo, febrero 28, 2016
sábado, febrero 27, 2016
EL HOMBRE DE LA CASA
Aquí donde me ven
A mí
gusta tender la cama
No lo
hago con frecuencia
porque
uno no debe abusar
de los
placeres
(En especial de los placeres
de la cama)
Me
gusta la sensación
De la
primera manta
Que
cubre la sábana
Y la
sobresábana
Es una
manta de lana virgen
Con
rayas rojas verticales
Cuando
la compramos
(en
vísperas de nuestro matrimonio)
Tenía
cadillo entre la trama
Y olía
a humo de fogata
Y
durante varios años
Nos
levantamos todas las mañanas
Con
sabor a amor
Y con olor a páramo
Y a rancho
Así
también era
La
segunda manta
Cuando
la compramos
Y así
eran la tercera y la cuarta
Son mantas pesadas
De colores tierra
Que van cayendo
Una sobre otra
Como capas
De un sistema
Artesanal
De información geográfica
A pesar
de haber vivido juntas
(Y con
nosotros)
Desde
que nos casamos
Cada
manta cuenta una historia
Diferente
Cada
manta es una estación
Y es un
paisaje
(Un tipo de suelo
una vocación
un proceso geológico
latente)
Cuando
yo tiendo la cama
Sobrevuelo
cada paisaje
Con mis
manos
Y me
voy con la imaginación
Por
cada camino del paisaje
Por
supuesto
Me demoro
demasiado
Y las
sábanas no quedan tan templadas
Ni las
mantas tan parejas
Como
cuando tiende la cama
La
muchacha
Me
gusta doblar la parte alta
De la
sobresábana
Para formar una especie
De playa
Frente
al océano de la cama
Y me
gusta devolverles
La
textura de nube
A las
almohadas
Y que
queden frías
Como si
de verdad
Fueran nubes
De los dominios más intrépidos
Del aire
Y
extender el cubrelecho
Como
una capa vegetal
Sobre esa litósfera de lana
Y
cuando siento
Que el
trabajo ha sido bueno
Y quedo
satisfecho
(Porque
además sé
que un
hombre y una mujer
habitarán
esa Tierra horizontal
recién creada)
Doy por
terminada la obra
Y me
acuesto a descansar
Sobre la
cama
Bogotá, Mayo 18 del 2003
Defectos
Tengo dos
(tres) grandes defectos:
1.
No soy ágil y mi
cuerpo carece totalmente de flexibilidad.
2.
Cuando estoy nervioso
me como las uñas de los pies.
Gustavo
Wilches-Chaux
Bogotá,
Septiembre del 2003
Una mujer que sueña en voz alta con ventanas
Habito una mujer que sospeché en la niebla
Que sólo es visible cuando el sol incide en cierta forma
Que atraviesa los muros y las cosas más sólidas
Una mujer como de nubes cardadas
Una mujer de manos largas como ramas
Habito una mujer que sueña en voz alta con ventanas
Habito y me habita una mujer evanescente
Un dejo de madera guardada
Un rastro de pisadas lentas
Una huella de luna entre los árboles
Respiro una mujer de aire entrecortado
De palabras que caen como gotas sobre el agua
Densas
Difíciles
Ahogadas
Espaciadas
Segrego una mujer de grandes alas
Oigo silbar el viento entre sus alas
Cada átomo de viento deja una herida minúscula en mi cara
Habito una mujer de madrugadas largas
De lentas caravanas que se cruzan sin hablar
Como si nada
De ladridos lejanos
Habito y me habita una mujer que sospeché en la niebla
Una mujer que se respira húmeda
Una mujer que puedo asir y beber como la luz y el agua
Haciendo un cuenco apretado con las manos
Gustavo Wilches-Chaux
Popayán, Marzo 26 de 1998
Remedios prácticos frente al calentamiento global y demás males que afectan al planeta (2003)
Te recomendamos
- FIRMEMENTE -
Mezclar la gasolina
con el alcohol
(carburante)
Y el trabajo
con el placer
Y proteger cada gota de agua
que no vayas a beber
Y aplazar para mañana
cualquier Megaproyecto
que puedas hacer hoy
(y así con aplazamientos sucesivos)
Y a todo caballo regalado
revisarle el colmillo
Y soltar los pájaros en mano
para que salgan volando
y te muestren el camino
a los castillos del aire
Gustavo Wilches-Chaux
Bogotá, Mayo 2003
MI NUEVO AMIGO...
... tiene una expresión un poco amarga, pero es buena persona
Nos conocimos hace un rato en el comedor
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